martes, 22 de mayo de 2012

Todos con la Campaña



Domingo 27-5 14 Hs. Plaza Moreno. La Plata

Miles de voces se unen a la de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito.
Lo vemos cuando salimos a la calle a acompañar, y tímidamente pedimos, por ejemplo, a las personas que pasan que participen con su firma.
Cada vez que las compañeras de la Campaña (y sí, en este caso a mancarse el femenino como genérico) invitan a ser parte de alguna actividad, vuelvo a casa conmovida.
Por las intervenciones, por mis compañeras…
Una vez – el año pasado – por una abuela que pasaba por la esquina donde estábamos con su nieta de 10 años, y se detuvo para que ella escuchara por qué la legalización del aborto era tan trascendente para todas nosotras.
El amor y el compromiso en su estado más puro y más desinteresado se ven en esas ocasiones.
En las que nos juntamos todas las mujeres organizadas y desorganizadas: las que tenemos militancia también en algún partido u organización social y las que no. Nos queremos. Nos respetamos. Y eso asusta.
Dice Liliana Felipe “Nos tienen miedo porque no tenemos miedo”.
No tenemos miedo de lo que genera hacia adentro de nuestras organizaciones que nos juntemos “con las otras”. Para nosotras, no existe un “las otras”.
Menudo ejemplo, inconveniente, de cómo se avanza si – en los temas en que estamos de acuerdo – unificamos la lucha.
Y nuestra lucha en tanto mujeres consiste en recuperar la soberanía de nuestros cuerpos.
Hacerlos dejar ese lugar de territorio de disputa de poderes, de saberes, de mandatos.
Lograr ese espacio íntimo de decisión mediante una lucha colectiva. Para que cada mujer pueda – en igualdad de condiciones – decidir cómo y cuándo reproducirse.
Queremos que ninguna mujer viva su potencial reproductivo como una condena.
Que ninguna vea la posibilidad de quedar embarazada como un eslabón más en la cadena de violencias que nos cruzan.
No tener que recurrir a denuncias, a pedir autorizaciones, a que se pueda poner en duda nuestra palabra.
Queremos que se nos escuche, que nadie se atreva a gritarnos asesinas, que no se les ocurra decir que es un tema complejo y delicado.
Muchos temas son más complejos, más delicados, y - sin embargo – las decisiones no se demoran tanto.
Muchos problemas sociales involucran asumir posturas que podrían parecerse a las que se argumentan en torno al aborto: la Ley de Muerte Digna, sin ir más lejos.
Pero no causan tanto revuelo, ni tanto rechazo irreflexivo.
Exigimos para nosotras el mismo respeto en la toma de decisiones.
Sólo eso.
Y si eso cuesta tanto, sería momento de que nos digan – en voz alta y con sinceridad – del modo en que nosotras hacemos nuestros reclamos, qué es lo que pierden en realidad si pierden el control de nuestros cuerpos.

1 comentario:

Claudia Naveiras dijo...

Perfecto, contundente. Me resulta mucho más dolorosa esa violencia cuando viene de otras mujeres.
Deberías poner algún link para poder compartir lo que escribís.