martes, 2 de agosto de 2011

PRO machismo

Duhalde, en un spot publicitario, sostiene que “tiene lo que hay que tener para ser presidente”. Lo contundente de su afirmación consideré que sin dudas sería lo más misógino que podría escuchar durante la campaña. La sola presencia de una mujer en la contienda hace que no se esfuercen demasiado en la sutileza de sus dichos: basta con una descalificación biologicista y parece que ya está. Algo así como el “andá a lavar los platos” del que podemos ser víctimas al manejar un auto.
Yo lo llamaría la genitalidad habilitante: capacidades de hacer algo bien o mal ligadas en forma directa e irreversible al “equipamiento” con que vinimos de fábrica.
Pero me quedé corta. Corta y perpleja.
Aparece en la tele Macri, recién triunfante en el ballotaje, brindando una conferencia de prensa.
Alguien de los presentes le pregunta por el llamado de la Presidenta de la Nación para felicitarlo, y comienza con un relato escalofriante: cuenta que estaba en el comedor de su casa en calzoncillos y remera, cuando la hija de su mujer le avisó que sonaba su teléfono. Y lo escalofriante no radica sólo en imaginarlo en calzoncillos…
Quedé largas horas tratando de ver qué era lo que me resultaba repugnante de la anécdota. Pensé que cómo podía estar en ropa interior ante una niña que no es su hija…
Advertí que seguramente le aconsejarían mostrarse como “un ciudadano común” y que eligió describir una escena poco feliz sin darse cuenta…
Pero ni aún así.
Empecé a preguntarme si hubiera sucedido algo similar con un presidente varón llamándolo. Algo así como “me estaba sacando un moco y sonó el teléfono”.
Pero me di cuenta automáticamente que jamás se hubiera atrevido. O que hubiera sido severamente juzgado por hacerlo.
En este caso no. Porque llamó Cristina. Que es mujer y, por tanto, fácil de incorporar a una escena doméstica. Del más privado de los ámbitos posibles.
Su relato es, por un lado, irrespetuoso. No hace falta puntualizar que se encontraba en calzoncillos para marcar lo cotidiano del asunto. Pensemos en una Ministra admitiendo que recibió un expediente en bombacha y corpiño…Absurdo. Impensable.
Pero por otro lado no tiene nada de ingenuo o descuidado. Parece guionado, como todo lo que este hombre dice públicamente.
Deja clara sensación de poner a la Presidenta en una posición no acorde con las jerarquías. Como un personaje más de los que circulan por su cotidianidad.
Aclarando que tuvo que buscar el teléfono porque no lo tenía encima, cosa obvia pues no hay calzoncillos con bolsillos, marca que ni siquiera estaba ansioso por la posibilidad de que el llamado existiera.
Como suele decir Macri, “está bueno” tomarnos un tiempito para pensar. Para ver si estas cosas que pasan en campaña serían así de tratarse de una puja sólo entre frates. Entre varones. Entre “iguales”.
Y “no está bueno” ser machistas. Es agresivo. ¿No es PRO?

1 comentario:

Cyn dijo...

DeIia, definitivamente los spots publicitarios de nuestros politicos no son para nada PRO sino totalmente ANTI!
Brillante entrada!!!
Besos,Cynthia.