miércoles, 3 de diciembre de 2008

El “cambio” como slogan de campaña.

Si mi memoria no falla, desde la vuelta a la democracia en la década del ’80 hasta hoy, las ideas fuerza de campaña han ido perdiendo carácter ideológico, y se transformaron en slogans pensados por publicistas que si leemos detenidamente, nada dicen respecto de las políticas que implementará el candidato en cuestión en caso de llegar.
Obama ganó hablando de “cambio”, pero omitió decir qué es lo que piensa cambiar y en qué dirección. Bruera ganó el año pasado la intendencia de la ciudad de La plata hablando también de “cambio”, y a casi un año de gestión el único cambio que vimos en la ciudad ha sido el de personal municipal. Las políticas públicas siguen teniendo en mismo direccionamiento ideológico, pero debilitadas por una gestión inexperta.
Macri ganó en la ciudad autónoma diciendo “va a estar buena Buenos Aires”, no dijo buena para qué ni para quienes.
Otro no hace mucho dijo “síganme”, pero no nos contó a dónde…
Todos los discursos incluyen profusas defensas de la educación pública, de la salud pública, de la necesidad de mayor seguridad, de la importancia de las mujeres en la vida democrática.
Pero en la gestión vemos escuelas cada vez más deterioradas; centros de atención de salud diezmados; una violencia creciente en las calles; y mujeres infra representadas, muertas por falta de una política de salud reproductiva seria, muertas porque se sigue apañando la violencia que nos inflingen, sin acceso a igual salario que los hombres.
En estas democracias de libre mercado las mujeres somos sólo un slogan más. El más utilizado es “una mirada diferente”. Pero esa perspectiva de la que tanto hablan es rara vez oída.
Durante este año, la Diputada Berardo renunció a su cargo en el área de la mujer de la provincia porque el gobernador promete a sectores como la iglesia políticas que impactan en el colectivo mujeres sin consultar al organismo del estado competente en el área.
En otros casos, al organismo estatal con injerencia va a ocupar el cargo cualquier mujer, tenga o no preparación en el tema. Sería algo así como poner a un niño de tres años a hacer el modelo curricular de educación inicial, porque en su carácter de niño se supone gran conocedor de la problemática.
Exijamos en nuestro carácter de ciudadanos que las frases de campaña sean desarrolladas para poder vislumbrar en qué políticas públicas pueden derivar, y luego que los funcionarios seleccionados para implementarlas tengan la capacitación que los grandes temas de estado requieren.


Prof. Delia Añón Suárez

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