En verdad el Día Internacional de la Mujer no hubo mucha cosa alusiva, nos salvó el feriado. La catástrofe prosiguió los días subsiguientes pero ya no nos vimos obligadas a escuchar los disparates todos juntos, en formato flores/reconocimientos/menciones a mujeres excepcionales. Porque para el patriarcado las que hacen algo bueno son “excepción”.
Pero hubo un acto, convocado por la vicepresidenta de la Mesa directiva de la Unión Cívica Radical, doctora Alejandra Lorden. El mismo 8, por eso invito a recorrer la visión de las mujeres y su causa que encerró este acto, ya desde su convocatoria.
Porque una convocatoria encierra una definición acabada de a quiénes se incluye, en este caso en la categoría “mujeres”.
La gacetilla de prensa ya desde el vamos aclara que se conmemorará el “Día de la Mujer Trabajadora”. Una pena que queden afuera las mujeres que el patriarcado considera no-trabajadoras. Por ejemplo, aquellas a las que al casarse sus parejas les impiden hacerlo.
Subraya la importancia de hacerlo en un feriado, ya que las mujeres “podrán dejar a los niños con sus maridos y enterarse de cuáles son los temas a tener en cuenta”. Como podemos ver, las mujeres convocadas pueden ser madres. Si lo son, deben vivir en matrimonio heterosexual e ignorar su propia situación, que les ha de ser revelada por mujeres que sí saben. O por Ricardito Alfonsín, que cerrará el acto siguiendo estrictas normas de ceremonial que indican que un acto lo cierra la persona presente de mayor jerarquía: que sea varón ya lo hace acreedor del honor. Aunque la convocatoria exprese que la idea es “comprometerlo a que esté concientizado”. Al menos, las mujeres radicales reconocen que el precandidato no tiene mucha idea de nuestras luchas…
Antes de dar la nómina de expositoras, se aclara que las mujeres “han acompañado a los hombres en la lucha desde hace mucho tiempo”. Para dejarles claro a los muchachos que no se inquieten, nomás. Que nuestro ideal de participación se limita a ser complemento ejecutor de las ideas de ellos. Porque desde Aristóteles hasta acá se sigue creyendo que el mundo de las ideas es propio de los varones solamente.
Hasta acá, lo que se desprendía del discurso “convocante”. Luego pude deleitarme con la actuación de comediante “stand-up” de Ricardito, que fue la única parte de la jornada rescatada por los medios.
Arrancó haciendo una lista puntillosa de las “virtudes” de que somos “naturalmente” portadoras las mujeres. Será que vienen dentro del útero.
Habló de la tolerancia, y de las capacidades diferentes. Nos instó a trabajar desde la diferencia. Es decir: que ni se nos cruce la peregrina idea de tener igualdad porque diferimos del metro patrón. Que es el varón, si no les queda claro. Había sido extremadamente androcéntrico el señor…
Sin embargo, tiene conciencia clara de que somos las que hacemos el trabajo duro. Lo dijo así nomás: trabajen. Primero para ganar la interna, luego para la general.
¡A caminar, doblar boletas y fiscalizar se ha dicho!
Y se vino nomás el mencionado paso de comedia, en el que verdaderamente lució todas sus dotes: el diálogo que él imaginó entre la Presidenta y el Jefe de Gabinete de Ministros.
Antes de ahondar en la petulancia y misoginia que de su libreto se desprenden, es preciso resaltar lo lamentable de la risa que provocó entre las mujeres asistentes. Tal vez no logren ver que no se estaba burlando de nuestra Presidenta, sino de todas las mujeres.
Petulancia porque se arroga la potestad de resaltar –desde la gramática- que no es “presidenta” sino “presidente”. Ojalá supiera tanto de gramática antes de “pensar de que…”. Ojalá pudiera ver que la lengua es una herramienta de expresión que los pueblos pueden apropiarse para ciertos fines. En este caso, por ejemplo, visibilizar la existencia de personas de nuestro sexo en lugares de poder. Y como la gramática ya no es prescriptiva, deberá tomar nota de este tipo de cambios surgidos del habla de una comunidad.
Y misoginia. Nos quiso hacer ver que la Presidenta no sabe qué es lo que debe hacer si no tiene a mano a un varón que le indique lo correcto o pertinente.
Pensando en todo esto junto, concluyo con tristeza que hubiera preferido el 8 de marzo escuchar un trillado “Flores para la dama”.
1 comentario:
Qué maravilla, Delia, tus palabras esclarecedoras. No solamente nos saben iluminar sino que, fundamentalmente nos ayudan a argumentar en las tantas estocadas que recibimos a diario. Gracias, compañera.
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