miércoles, 2 de junio de 2010

Julieta Lanteri

1873 - 1932
Llegó a la Argentina desde Italia, junto a su familia, cuando contaba con 6 años de edad. Su familia después de varias residencias logró afincarse en La Plata. En 1886, Julieta ingresó al Colegio Nacional que la habilitaba para ingresar a la Universidad. En 1891 optó por estudiar Medicina, una profesión vedada a las mujeres pero pudo acceder por un permiso especial del Decano, Dr.Leopoldo Montes de Oca. Se convirtió en la quinta médica recibida en Argentina y, junto con la primera egresada en esa casa de estudios la Dra.Cecilia Grierson, fundó la Asociación Universitaria Argentina.

En 1906 integró el Centro Feminista del Congreso Internacional del Libre Pensamiento que se hizo en Buenos Aires y con otras feministas como Raquel Camaña, Elvira Rawson de Dellepiane, Petrona Eyle, Sara Justo, Cecilia Grierson y Adelia Di Carlo, reclamaban por los derechos cívicos femeninos en Argentina.

Cuando en 1911 la Municipalidad de Buenos Aires convocó a los vecinos para que actualizaran sus datos en los padrones, en vistas a las elecciones municipales de legisladores, llamó a que lo hicieran los ciudadanos mayores, residentes en la ciudad, que tuvieran un comercio o industria o ejercieran una profesión liberal y pagasen impuestos. La incansable Lanteri, advirtió que nada se decía sobre el sexo. Entonces se inscribió en la Parroquia San Juan Evangelista de La Boca, que era la que le correspondía por su domicilio y cuando llegó el 26 de noviembre de ese año, día de las elecciones, votó en el atrio de esa iglesia.

El Dr.Adolfo Saldías, Presidente de mesa, la saludó y se congratuló “por ser el firmante del documento del primer sufragio de una mujer en el país y en Sudamérica”. La Dra. Lanteri se dirigió a La Nación y La Prensa, por entonces los medios escritos más leídos y contó el hecho. Al día siguiente apareció en los diarios la novedad. Poco tiempo después, el Concejo Deliberante porteño sancionó una Ordenanza donde especificaba claramente que estaba prohibido el Voto de las mujeres porque el empadronamiento se basaba en el registro de empadronamiento del servicio militar. Al enterarse de eso, Julieta Lanteri se presentó ante registros militares de Capital Federal, solicitando ser enrolada y acudió directamente al Ministro de Guerra y Marina.

En el año 1919, se postula a una banca en el Congreso como diputada, convirtiéndose así en la primera mujer candidata en la Argentina. Al no ser legalizada para ingresar al parlamento organizó y encabezó en Plaza Flores el primer simulacro de votación callejera. Este mitin congregó más de dos mil personas, y llamó la atención de las feministas en el mundo. A principios de 1920, el Senador Dr.Juan B. Justo la incluyó en su lista del Partido Socialista Argentino junto a Alicia Moreau de Justo.

Pero la incansable Julieta siguió adelante, fundó el Partido Feminista Nacional por el que se postuló a legisladora en varias oportunidades. En 1924, año en que triunfó el Dr. Alfredo Palacios, Julieta lo siguió en cantidad de votos obtenidos. No fue poca cosa, y a partir de allí comenzó a ganarse aún más enemigos. Los principios de su partido se incorporaron a partidos nacionales en San Juan y Mendoza. Previó golpes totalitarios en Sudamérica, disertando en la UNLP y se entrevistó con el Dr. Marcelo T. de Alvear para comentarle alternativas antiautoritarias. Bregó por derechos y mejoras laborales femeninas e infantiles.

Vivió en Buenos Aires, La Plata, Olivos y Quilmes, lugares donde cultivó la amistad con Alfonsina Storni, Alfredo Palacios, José Ingenieros, entre muchas personalidades sobresalientes. La que fue su última vivienda se conserva en la localidad de [[Berazategui]. Actualmente funciona allí una panadería. El Museo Histórico y Natural conserva algunos pocos objetos de este rico personaje.

Fue valiente, original e inclaudicable. El sospechoso accidente de un auto marcha atrás, que la golpeó mortalmente el 23 de febrero de 1932, terminó con su lucha, pero no con su memoria. Dejó un rico anecdotario personal y un legado de mujer singular. Dos libros biográficos, una calle en Puerto Madero, una escuela en San Juan y una escuela secundaria de Berazategui (Escuela Media Nº10) y varias entidades con su nombre, la recuerdan y homenajean. Cuando en 2000 la Municipalidad de Bs. As. convocó a varias ONG para elegir las mujeres más destacadas de todo el S XX, ella fue una de las dieciocho elegidas.


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