Y si, el diario de ayer anunciaba la reunión que mantuvieron los obispos de la provincia con el gobernador y algunos de sus ministros. La agenda parece remontarnos al medioevo, y también a la inquisición, que pudo perdurar más allá, atemporal y etérea.
Nuestra santa iglesia parece muy preocupada por cuestiones de mujeres: quieren que el gobierno jure ser anti-abortista, y que impida las ligaduras de trompas. Conocí a una mujer que murió en su décimo parto por estallido de útero en un hospital público de nuestra provincia. Desde el séptimo hijo sabían los médicos que iba a pasar lo que pasó, pero todo el personal de salud sería tan católico que no hizo nada al respecto.
De aborto mueren las mujeres pobres, son caídas en cumplimiento del deber de ser reproductoras. Curioso que la iglesia permanentemente sostenga estar del lado de los desposeídos, cuyas muertes evidentemente no la conmueve en lo más mínimo.
Pese a semejante obsesión por entrometerse en la sexualidad femenina, la iglesia parece no haber advertido la desaparición de quinientas mujeres jóvenes en la Argentina, que son víctimas de la trata, y obligadas a prostituirse. Estoy convencida que, a alguno de esos lugares siniestros en que las hacen esclavas, concurre algún párroco de pueblo para confesarlas, la iglesia siempre tan capaz de convertir a las víctimas en culpables. Y tal vez, ya que están, sometan a alguna de ellas.
Inconcebible que nuestros representantes los atiendan con semejante deferencia que muchas veces no reciben sectores de la sociedad con compromiso serio con ciertas cuestiones.
Inconcebible que el ministro de educación se vea obligado a recibir un proyecto acerca de qué se debe dar de educación sexual en la materia “Construcción de ciudadanía” de las escuelas secundarias de nuestra provincia, poniendo cara de “lo estudiaré”. Tal vez quieran incluir en dicha asignatura detalles de cómo la iglesia no sólo avaló, sino que perpetró abusos sexuales de toda índole en nuestra patria desde la conquista hasta ahora.
Como representantes de no sé que dios en suelo bonaerense, también exigen prebendas impositivas. Y el gobernador también promete hacer lugar al requerimiento.
Creo que, sobre todo las mujeres, debemos estar atentas a la hora de votar. No vaya a ser que, como caigo hoy en la cuenta, voté a un empresario/deportista de pocas luces que tal vez no tuvo una materia similar a “Construcción de la ciudadanía”, y por lo tanto no aprendió que debe representar los intereses de nuestro pueblo, no los de la iglesia. Dios lo bendiga…
Delia Añón Suárez. Militante Peronista.
Nuestra santa iglesia parece muy preocupada por cuestiones de mujeres: quieren que el gobierno jure ser anti-abortista, y que impida las ligaduras de trompas. Conocí a una mujer que murió en su décimo parto por estallido de útero en un hospital público de nuestra provincia. Desde el séptimo hijo sabían los médicos que iba a pasar lo que pasó, pero todo el personal de salud sería tan católico que no hizo nada al respecto.
De aborto mueren las mujeres pobres, son caídas en cumplimiento del deber de ser reproductoras. Curioso que la iglesia permanentemente sostenga estar del lado de los desposeídos, cuyas muertes evidentemente no la conmueve en lo más mínimo.
Pese a semejante obsesión por entrometerse en la sexualidad femenina, la iglesia parece no haber advertido la desaparición de quinientas mujeres jóvenes en la Argentina, que son víctimas de la trata, y obligadas a prostituirse. Estoy convencida que, a alguno de esos lugares siniestros en que las hacen esclavas, concurre algún párroco de pueblo para confesarlas, la iglesia siempre tan capaz de convertir a las víctimas en culpables. Y tal vez, ya que están, sometan a alguna de ellas.
Inconcebible que nuestros representantes los atiendan con semejante deferencia que muchas veces no reciben sectores de la sociedad con compromiso serio con ciertas cuestiones.
Inconcebible que el ministro de educación se vea obligado a recibir un proyecto acerca de qué se debe dar de educación sexual en la materia “Construcción de ciudadanía” de las escuelas secundarias de nuestra provincia, poniendo cara de “lo estudiaré”. Tal vez quieran incluir en dicha asignatura detalles de cómo la iglesia no sólo avaló, sino que perpetró abusos sexuales de toda índole en nuestra patria desde la conquista hasta ahora.
Como representantes de no sé que dios en suelo bonaerense, también exigen prebendas impositivas. Y el gobernador también promete hacer lugar al requerimiento.
Creo que, sobre todo las mujeres, debemos estar atentas a la hora de votar. No vaya a ser que, como caigo hoy en la cuenta, voté a un empresario/deportista de pocas luces que tal vez no tuvo una materia similar a “Construcción de la ciudadanía”, y por lo tanto no aprendió que debe representar los intereses de nuestro pueblo, no los de la iglesia. Dios lo bendiga…
Delia Añón Suárez. Militante Peronista.
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