jueves, 25 de marzo de 2010

Día de la Memoria.

Una lucha de mujeres.


Dudo que a estas alturas a alguien se le pueda ocurrir negar que, a 34 años del golpe de estado en Argentina, lo que se ha logrado hacer en pos de revelar la verdad y obtener justicia se debe básicamente a la militancia de Mujeres.
Mujeres que, agrupadas en torno a diferentes consignas, lograron construir lo que pocos pueden: un objetivo común. Memoria, verdad, justicia.
Muchos las han criticado por no estar todas juntas, por manifestar matices ideológicos. Siempre, siempre se nos exige a las mujeres más. A nadie se le ocurriría proponer que dejen de existir las diferencias en cualquier movimiento político o social. A las mujeres sí, será que consideran que sólo existe “la mujer”.
Estas Mujeres demostraron no ser “la mujer”, sino “las mujeres”. En lucha, desarmando una de las ecuaciones más simplistas fundantes del patriarcado: mujer = madre = dolor.
Ellas son Madres y Abuelas, pero no de su propia prole: ellas socializaron la maternidad y el abuelazgo. Parieron un movimiento que no se agota en ellas ni en los hijos que tuvieron. Aprendieron del horror a saber que no están solas, y que su misión en la vida no se terminaba con la vida de sus hijos. El pueblo las abraza, y ellas lo saben…
También desafiaron la compasión patriarcal por las mujeres que sufren, por las lloronas. Nunca las vi, como a algunas esposas de políticos, ir a llorar con su cría a programas de televisión subrayando su “dolor de madre”. Jamás quisieron ganar popularidad mostrando impúdicamente sus sentimientos, que pucha si sabemos que los tendrán. Desbordan razón y dignidad. Y pensar que muchos las llaman locas…
Han escrito una historia de movilización y lucha alegre, llena de sentido, llena de esperanza, llena de canciones. Comparto la idea de que no son viejas: tienen juventud acumulada. Son el ejemplo más contundente de que sólo se es viejo cuando se renuncia a las utopías.
A veces también se las critica por la “crispación”, palabra que apareció con ímpetu inusitado en estos últimos tiempos. Y tienen razón: la sociedad argentina ha retornado a lo político, al debate, a la pasión y a la ideología. Por lo tanto, como volvimos a discutir cuestiones más de fondo las diferencias pueden quedar más expuestas. Pero es muy sano…
Mujeres que siguen siendo indispensables para todos los argentinos porque seguimos corriendo serios riesgos: un genocida sosteniendo públicamente que el error cometido fue no asesinar más gente, un pre-candidato a la presidencia diciendo que quiere plebiscitar si se sigue adelante o no con los juicios de la verdad. Como sociedad debemos interpelar a estos personajes, y las razones y el testimonio de todas estas Mujeres es clave para que podamos hacerlo.
No son cualquier madre, ni cualquier abuela: son mis madres, mis abuelas.
Son las madres y las abuelas de la patria toda, y siguen pasando por este interminable trabajo de parto que las llevará, sin dudas, a parir Justicia.

2 comentarios:

Juana dijo...

Respeto el reconocimiento de las mujeres. Pero, la memoria es para todos. Duhalde tiene alzheimer hace rato

Ester Lina dijo...

Hola: me parece que me equivoqué y puse el comentario a este post en el del día de la mujer. Bueno, vale lo mismo lo que dije ahí: que estaba orgullosa de tenes estar madres y estas abuelas!!!
Y respecto al alzheimer del que habla Juana, puse algo en mi blog, destacando que hay varios que padecen ese mal, por voluntad propia, porque pretenden olvidar.
Me gustó este escrito, porque rescata la memoria.
Saludos