Las elecciones pasadas vimos como en muchos distritos dirigentes peronistas se presentaban a elecciones con distintos partidos. Muchos se quejaban de no poder tener “la exclusiva” de la lista de candidatos a presidente y vice, ya que el FPV decidió darle la fórmula a todas las listas “colectoras”.
La justificación de los candidatos era la falta de democracia interna en el partido, la no convocatoria a elecciones internas, la falta de espacios disponibles para los militantes de los distritos que surge de las imposiciones de nación y provincia de incluir en las listas a personas de su confianza pero de poca representatividad en los ámbitos locales.
La sociedad entera se vio obligada a dirimir una interna peronista.
Ahora, “normalizado” el funcionamiento del partido, se decidió llamar a elecciones, a la vez que se exige en los hechos que haya sólo listas de “unidad”.
Esa exigencia desanima la participación a que tanto se convoca porque, a nadie se le escapa, acota los espacios.
Cierra el partido al debate, al análisis y a la propuesta.
Y ante la sociedad genera desconcierto.
Deja sin posible defensa de su gestión, por ejemplo, a funcionarios provinciales que renunciaron porque no están de acuerdo con las políticas del gobernador Scioli, pero que en sus distritos van acompañando en la interna a esas listas de “unidad” en las que el gobernador insertó a su gente, a la que afilió en febrero de 2008 al PJ provincia para que su antigüedad en el padrón les permitiera ser candidatos. La impunidad reinante hace que miembros de la junta electoral expongan ese ilícito por radio, alegremente. Justicia para pocos.
No sé hasta cuándo se seguirá jugando al desgaste y el hartazgo de los peronistas. Hasta cuándo el partido será antropófago y se seguirá comiendo a sus militantes y dirigentes en vez de propiciar todos los debates que nos debemos para lograr vivir en una Patria socialmente justa, económicamente libre, y políticamente soberana.
Prof. Delia Añón Suárez
La justificación de los candidatos era la falta de democracia interna en el partido, la no convocatoria a elecciones internas, la falta de espacios disponibles para los militantes de los distritos que surge de las imposiciones de nación y provincia de incluir en las listas a personas de su confianza pero de poca representatividad en los ámbitos locales.
La sociedad entera se vio obligada a dirimir una interna peronista.
Ahora, “normalizado” el funcionamiento del partido, se decidió llamar a elecciones, a la vez que se exige en los hechos que haya sólo listas de “unidad”.
Esa exigencia desanima la participación a que tanto se convoca porque, a nadie se le escapa, acota los espacios.
Cierra el partido al debate, al análisis y a la propuesta.
Y ante la sociedad genera desconcierto.
Deja sin posible defensa de su gestión, por ejemplo, a funcionarios provinciales que renunciaron porque no están de acuerdo con las políticas del gobernador Scioli, pero que en sus distritos van acompañando en la interna a esas listas de “unidad” en las que el gobernador insertó a su gente, a la que afilió en febrero de 2008 al PJ provincia para que su antigüedad en el padrón les permitiera ser candidatos. La impunidad reinante hace que miembros de la junta electoral expongan ese ilícito por radio, alegremente. Justicia para pocos.
No sé hasta cuándo se seguirá jugando al desgaste y el hartazgo de los peronistas. Hasta cuándo el partido será antropófago y se seguirá comiendo a sus militantes y dirigentes en vez de propiciar todos los debates que nos debemos para lograr vivir en una Patria socialmente justa, económicamente libre, y políticamente soberana.
Prof. Delia Añón Suárez
1 comentario:
hola delia!!
pasaba por tu blog un beso!
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